Entrevista con la actriz
(Foto: REUTERS/La actriz, durante la última edición de los premios BAFTA)
"En los Oscar hay que estar lúcida, calmada y mentalizada para ganar y perder"
Es una de las mejores actrices vivas desde hace muchos años y, con el tiempo, pasará a la historia como una de las más grandes. Meryl Streep, la más premiada de la historia del cine, confiesa que disfruta cada vez más con su trabajo, pues le permite tomarse largos descansos para estar con su familia. Nacida en 1949, en New Jersey, ha sabido alternar con inteligencia los papeles de mujer enigmática y torturada con los de americana media en un contexto cotidiano. Gracias a un físico versátil, ha abordado todos los géneros cinematográficos. Se ha casado una sola vez, su marido es escultor y tiene cuatro hijos con los que vive en una granja. Alejada de los focos de la fama -cuando no está trabajando-, Meryl es original hasta en eso, una mujer y una actriz hechas a sí misma. El Oscar le está esperando...
No para de trabajar...
Pues la verdad es que no. Sólo lo dejaré cuando dejen de pedírmelo.
¿Tan difícil es para las actrices conseguir buenos papeles cuando se van haciendo mayores?
Bueno, desgraciadamente es así. Quizá yo he sido muy afortunada. Este verano cumpliré 60 años y, honestamente, dejé de preocuparme de mi edad y de mi imagen cuando era una adolescente. Soy de las que opinan que tengo que hacer un trabajo y lo mío es hacerlo. Creo que eso se llama tener una vida y ser tú misma. Pero es verdad que me siento muy bien en estos momentos y creo que todavía no tengo que reservar ninguna plaza en ninguna residencia... ¡Por lo menos, no me ha llegado la hora todavía! (risas).
¿Es verdad que usted ha rechazado varios papeles debido a sus hijos?
Cuando estaban creciendo sentí que tenía que estar con ellos. Mi familia siempre ha sido mi prioridad, pero ahora tengo tiempo para trabajar y ellos son adultos. Gracias a Dios, últimamente he tenido la oportunidad de interpretar papeles complejos y, la verdad, me alegra verlos una vez que los he terminado.
¿Se ha acostumbrado al éxito de 'Mama Mia'?
Fue una sorpresa tan bonita... El papel era delicioso, nos reímos mucho trabajando todos, aunque también fue duro aplicar toda la disciplina del mundo para bailar y cantar. ¡Puf!
Su papel era muy agradecido...
Fue toda una bendición y ahora se habla de una segunda parte, ¿sabes? ¡La gente quiere pagar para escucharme cantar! ¡Imagínate! Casi no me lo puedo creer. Hacer esa película fue una alegría, solíamos tener todo el equipo sesiones de karaoke por las noches. Julie Walters era la más entusiasmada de todos.
Su última película, 'La Duda', es lo opuesto a 'Mamma Mia'. ¿Le gustó interpretar a una monja?
Sí, fue muy interesante. Sólo tenía que ponerme un hábito todos los días y casi nada de maquillaje. La verdad es que se ahorra mucho tiempo... (risas) Como mujer, te das cuenta de todo el tiempo que perdemos o invertimos para vernos bien todos los días, algo que tenemos que hacer con un poco de esfuerzo.
En 'El diablo viste de Prada', ¿cree que su experiencia fue una veraz representación de ese mundo?
Hay mujeres muy extraordinarias en el mundo de la moda. Algunas sólo con verlas te asustan y encuentras a otras con un enorme talento. Yo interpreté a una jefa dictatorial, y créeme que no las soporto y menos en la vida real. Pero sí disfruté con este personaje de Miranda, aunque para nada me importa la moda. De hecho, terminamos de rodar justo después del huracán 'Katrina' y Anne Hathaway tuvo la idea de donar toda la ropa de la película a una fundación que socorría a los damnificados. No sólo el dinero de la subasta fue a los más necesitados, sino que también la ropa fue para gente que la quería de verdad y que disfrutaría poniéndosela. Si yo me hubiera llevado algunas de las prendas a casa después del rodaje, se habrían quedado en mi armario hasta el final de mis días (risas).
Ha Ganado el Oscar dos veces...
Y es una experiencia tan maravillosa... El primero fue por la película 'La decisión de Sophie' y el otro por 'Kramer contra Kramer'. Y he estado nominada otras docenas de veces. Me han dicho que es todo un récord, yo no lo sabía.
Y ahora vuelve a estar nominada por 'La duda'. Después de ganar tantos premios, ¿qué trucos tiene para sobrevivir a tantas dosis de éxito?
Creo que primero tendrías que hacer toda la promoción en junio y julio, y no tan cerca de todos estos eventos. En segundo lugar, asegurarte de que no te nominen en la misma categoría que Kate Winslet y, por último, en la noche de los Oscar hay que mantenerse lúcida, calmada y estar preparada mentalizándote a que puedes regresar a casa sin nada. Ya sabes, sin la estatuilla que tan desesperadamente querías tener.
Su marido, Donald Gummer, y usted celebrarán en breve el 30 aniversario de su matrimonio, ¿no?
Así es. Pienso que tenemos un buen matrimonio, pero como en toda relación hay altibajos. Algunas ocasiones son más difíciles que otras. Creo que siempre estamos de acuerdo en las cuestiones importantes como los niños, el sexo, el dinero... Pienso que muchas parejas estarían de acuerdo conmigo en que estas tres razones son las que generalmente llevan a uno a discutir con el otro. A veces reñimos por pequeñeces, como de quién es la responsabilidad de llevar el coche al mecánico y por qué ninguno de los dos lo hicimos. Pero así es la vida.
¿Y qué tal sus hijos?
Tengo cuatro: Henry es el mayor, tiene 28 años y es músico. Luego viene Marie, de 25, que es actriz; Grace, de 22, que está en la universidad, y nuestra pequeña es Luisa, que sigue en el colegio y sólo tiene 16.
Para finalizar, ¿tiene algún lema en su vida?
Por supuesto. Si no puedes disfrutar con tu trabajo, entonces hay algo que estás haciendo mal. Medítalo y cambia.
Gracias:
JESÚS MARÍA MONTES-FERNÁNDEZ
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