domingo, 4 de abril de 2010

ARTE 7

HUEVOS DE PASCUA


(Foto: Archivo EL UNIVERSAL/Los huevos pueden ser verdaderas obras de arte sobre los que se dibujan motivos florales, animales y diferentes escenas salidas de la imaginación)
Huevos de Pascua protagonizan fiesta ortodoxa en colorida tradición.
El Domingo de Resurrección en Bulgaria, una de las mayores fiestas del calendario ortodoxo, tiene como grandes protagonistas populares a los tradicionales huevos de Pascua.

El Domingo de Resurrección en Bulgaria, una de las mayores fiestas del calendario ortodoxo, tiene como grandes protagonistas populares a los tradicionales huevos de Pascua, cuya creación es todo un arte, y a los clásicos panes dulces de Pascua.

Mariika Veleva, de 75 años, los crea siguiendo viejas tradiciones en el poblado de Pavlikeni, a unos 220 kilómetros al este de Sofía. Lo primero es hacer una masa de kozunak, un dulce esponjoso muy parecido al Panetonne italiano, que se come en estas fechas.

El kozunak es muy difícil de preparar porque la receta antigua exige unas condiciones especiales, como una temperatura ambiental de 30 grados para fermentar bien.

Pero mientras la masa del kozunak fermenta, Mariika no puede descansar, ya que afronta otra preparación importante para la fiesta que empieza a medianoche: pintar los huevos duros, un elemento aún más importante de la Pascua ortodoxa.

Porque mientras el kozunak representa al cuerpo de Cristo, los huevos pintados son el símbolo de su sangre durante su sufrimiento en la cruz.

A diferencia de quienes viven en las ciudades, Mariika no necesita comprar casi nada de la tienda, ya que en su pequeña finca tiene todo lo necesario para las preparaciones de Pascua: harina, leche y, lo más importante, huevos de las gallinas que cría en el corral detrás de su casa.

Así que a la campesina le queda sólo hervir los huevos y, como lo exige la tradición, como es la mujer de más edad en la casa, pintar el primero, que siempre es de color rojo.

Con este huevo la mujer dibuja sobre la frente de sus nietos, y después de los jóvenes de la casa, el signo de la cruz para que gocen de buena salud durante todo el año.

Además, este primer huevo pintado se guarda hasta la próxima Pascua, cuando se rompe, y si no ha empezado a descomponerse, significa un tiempo lleno de felicidad y suerte, y que la cosecha será abundante.

Las técnicas para pintar los huevos son diferentes y varían desde poner simplemente el huevo en un tazón de tinta o ponerlo consecutivamente en vasijas de tintas de diferentes colores, como rojo, amarillo, azul, verde y violeta.

Los huevos pueden ser verdaderas obras de arte sobre los que se dibujan motivos florales, animales y diferentes escenas salidas de la imaginación.

Tras acabar con todo esto y mientras la masa de kozunak se está calentando en el horno, Mariika puede tomar aliento hasta la medianoche del Domingo de Resurrección.

Es entonces cuando los búlgaros ortodoxos van a la iglesia para participar en una misa que acaba a las 00.00 en punto, cuando el sacerdote pronuncia la noticia: "¡Hristós resucitó!".

Y la respuesta de los peregrinos es: "¡De verdad resucitó!" , y para confirmar el milagro, recorren al templo tres veces consecutivas portando velas que después de este rito deben llevar a sus casas.

En los próximos días el saludo habitual entre la población del país balcánico es "¡Hristós resucitó!" con la respuesta correspondiente del quien la recibe: "¡De verdad resucitó!".

Este año las semanas santas católica y ortodoxa coinciden por excepción, ya que raras veces esto sucede por la diferencia en el calendario litúrgico.

En 1582 el Papa Gregorio XIII reformó el calendario juliano instaurado por Julio César, una reforma que no fue adoptada inmediatamente por los países ortodoxos.

Hoy día el calendario gregoriano es oficial en estos países pero sus iglesias siguen utilizando el juliano para las grandes fiestas ortodoxas como Pascua o Navidad.


Gracias:
EFE, El Universal, Sofía
mzr
http://www.eluniversal.com.mx/notas/670375.html
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