jueves, 30 de julio de 2009

PALEONTOLOGÍA

Hace 260 millones de años


(Foto: J. Fröbisch-Field Museum/Un ejemplar fosilizado de Suminia getmanovi)

El trepador de árboles más antiguo de la Historia
Tenía un dedo opuesto al resto, la primera evidencia de un dedo pulgar, además, las manos y los pies medían casi la mitad de la extremidad entera y con la cola podía balancearse en las ramas.

Tras la expectación que se produce cuando se descubre un nuevo fósil, sigue un estudio de la pieza que puede durar años.

Cuando en 1994 se descubrieron en la región rusa de Kirov varios ejemplares fosilizados de una extraño reptil del Pérmico Superior (de hace unos 260 millones de años), nadie podía imaginar que uno de sus dedos, opuesto al resto, sería la primera evidencia que se tiene de un dedo pulgar, según el Doctor Jörg Fröbisch, del Field Museum de Chicago y autor principal de la investigación.

Lo que a primera vista parece llamativo, si se tiene en cuenta que el primer mamífero con un dedo opuesto aparecería 100 millones de años después, resulta mucho más importante.

Suminia getmanovi fue el nombre que le dieron al pequeño herbívoro de 50 centímetros. Según Fröbisch, este reptil ancestro de los mamíferos tenía las extremidades, y sobre todo, las manos y los pies, mucho más grandes en proporción al resto del cuerpo. De hecho, vieron que las manos y los pies medían casi la mitad de la extremidad entera. "Es tremendo si lo comparas con tu propio brazo", señala el científico de Chicago.

Al parecer, tener las manos y los dedos más alargados, así como un dedo opuesto al resto, le habría servido para trepar, agarrarse mejor a los árboles, e incluso, poder vivir en ellos. Algo que, aseguran, le salvaría la vida en su huída de los depredadores terrestres y le ahorraría tener que competir por la comida. Se trata, pues, del primer arborícola del que se tiene constancia.

Además, creen que los dedos esbeltos y curvados como garras, probablemente estarían cubiertos por una capa dura de keratina, como en los pájaros modernos, lo que reafirma la hipótesis anterior. "Es increíble descubrir la primera evidencia de un cambio evolutivo exitoso", asegura Fröbisch.

También se puede comprobar su carácter arborícola en el alargado cuello con vértebras cervicales más anchas, los alargados homóplatos y la larga cola. Esta última tiene características especiales que le permitirían balancearse en una rama como son una relativa expansión de la región anterior y la hipertrofia del músculo esquelético a lo largo de la parte proximal.


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elmundo.es, Madrid
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