LAS DOS LUNAS
(Foto: HIRISE/EFE)
Fotografían a la luna del terror de Marte
Los satélites de Marte, Fobos y Deimos son de pequeño tamaño y su influencia sobre el planeta no es relevante. Deimos tiene una superficie lisa, debido a un manto de roca fragmentada o regolito, a excepción de los cráteres de impacto más recientes
En la mitología griega, Deimos era uno de los 2 dioses que acompañaban a Marte en las guerras infundiendo terror entre los combatientes, en la realidad Deimos sigue acompañando a Marte, sólo que lo hace en el espacio, pues es una de las dos diminutas lunas que giran a su alrededor.
Recientemente fotografiada por la nave de reconocimiento marciano y su cámara HIRISE, con una resolución sin precedentes, brindando a los astrónomos una imagen muy detallada de su superficie.
HiRISE capturó estas imágenes mejoradas en color de Deimos, la menor de las dos lunas de Marte, el pasado 21 de febrero.
Deimos tiene una superficie lisa, debido a un manto de roca fragmentada o regolito, a excepción de los cráteres de impacto más recientes. Es una luna oscura rojiza, muy similar a Fobos y se muestra en la fotografía de HiRISE en colores aumentados (infrarrojo, rojo, verde y azul).
En la imagen se pueden apreciar sutiles variaciones de color rojo en las zonas más tersas y menos rojo cerca de cráteres de impacto y de las cordilleras más altas. Estas variaciones de color son probablemente causadas por la exposición de los materiales de la superficie al entorno espacial, lo que provoca su oscurecimiento y enrojecimiento.
Una coloración brillante de color rojo se ha visto en la superficie, en desechos menos expuestos al espacio debido a recientes impactos de meteoritos o a la circulación de regolito cuesta abajo.
Con una escala en la imagen de alrededor de 20 metros por píxel, características mayores de 60 metros son posibles de observar. Las imágenes fueron tomadas en un lapso de 5 horas 35 minutos, lo que permitió capturar diversas tonalidades que resaltan el contorno y características de la más pequeña de las lunas de Marte, con un paisaje casi inalterado por el paso del tiempo, que contrasta con el nombre de la luna del terror de Marte.
Gracias:
jigh
Andrés Eloy Martínez Rojas, El Universal
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