jueves, 7 de mayo de 2009

Alegría visual

Modelos de museo


(Foto: EFE/Fotografía de 1990 de las modelos, Naomí Campbell, Linda Evangelista, Tatjana, Christy y Cindy Crawford, se exhibe en la muestra La modelo como musa: plasmando la moda en el museo Metropolitano de las Artes de Nueva York)

El Metropolitan de Nueva York mostrará el impacto de las supermodelos en la cultura popular

Hubo un tiempo en el que las súpermodelos dominaban el mundo. Podía ser un mundo superficial, de acuerdo, pero aquella generación de mujeres objeto resume una época, un cambio de década que dejó atrás los desmelenados ochenta para dar paso a los muy desencantados noventa. Luego llegaría el grunge, Kate Moss y las chicas que podían pasar por las vecinas de al lado. Y entonces, el simulacro de perfección, el paroxismo de la superficialidad y todo lo demás fue historia.

La historia, claro, de supermodelos como Naomi Campbell, Linda Evangelista o Imán, pero también la de sus madres, precursoras en los sesenta como Twiggy o Verushka. Y ésa es la historia que cuenta la exposición The model as muse: Embodying fashion, que se verá en Nueva York en el Costume Institute del Metropolitan Museum.

En la muestra se presentarán 70 piezas de alta costura de Balenciaga, Christian Dior, Donna Karan, Yves Saint Laurent o Armani, y, además, fotografías, trabajos editoriales, vídeos y publicidad en las que se observan todas las vertientes de la vida comercial de las modelos.

Entre los fotógrafos que firman algunos trabajos destacan maestros como Richard Avedon, Helmut Newton o Irving Penn, revolucionarios de lo actual como Juergen Teller o Steven Meisel y alguna mujer fotógrafo como Deborah Turbille o Ellen von Unwerth.

La exposición arranca en los años cincuenta, donde modelos como Lissa Fonssagrives o Suzy Parker representaban un ideal de mujer sofisticada que fue barrido en los años sesenta por la irrupción huracanada de aires de juventud, encarnados en Twiggy o Verushka y alimentadas por creaciones como las de André Courrèges, padre de la minifalda.

El feminismo influiría en los sesenta, que buscó un tipo de icono femenino más atlético y tangible, como Jerry Hall, para dar paso en los ochenta a la santísima trinidad compuesta por Campell, Turlington y Evangelista, que rompieron todos los ideales de la moda y los reinventaron. La generación de Kate Moss cierra una muestra que reunirá, en su gala de inauguración, a muchas de ellas.


Gracias:
B. C. - Nueva York
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