domingo, 15 de noviembre de 2009

ARTE 7

ARTE HUICHOL


(Foto: CORTESÍA ARTES DE MÉXICO/Los cuadros representan los matices y leyendas que encierra el pueblo oriundo del oeste central de México)

El arte huichol aterriza en tierras niponas
Más de 150 piezas entre pinturas, fotografías, vestimentas y objetos rituales, elaboradas por esta comunidad indígena se presentan en el Kampo Museum de Kioto, en Japón

El pueblo huichol o wixaritari es uno de los pocos que se han mantenido puros desde antes de la conquista de los españoles. No sólo son una nación íntegra en sus raíces, sino también en su espiritualidad y cosmogonía.

Gustan de hacer ofrendas para narrar las historias de la creación del mundo y del universo y comparten estos mensajes con todos aquellos que los quieran escuchar.

Esta ocasión, ha tocado al pueblo nipón conocer las leyendas de la comunidad, por medio de la exposición Huicholes. Un pueblo que camina hacia el amanecer (Mithology from the Huichol Indians in México), montada en el Kampo Museum de Kioto, en Japón.

La muestra, realizada por la revista Artes de México, el Museo Franz Mayer, la Embajada de México en Japón y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, se compone de más de 150 piezas como pinturas, fotografías, utensilios personales, objetos rituales y prendas típicas.

“Este proyecto es parte de las actividades correspondientes al festejo de los 400 años del primer contacto entre México y Japón y tiene como objetivo llevar a otros países parte de nuestra vasta cultura”, subraya Gabriela Olmos, curadora del montaje.

Algunas de las obras exhibidas, como la vestimenta regional, pertenecen al Museo Ruth Lechuga de la ciudad de México, también hay 22 pinturas del chamán huichol, José Benítez Sánchez, que forman parte de la colección privada de Artes de México.

“Los cuadros de Benítez, elaborados bajo la técnica del estambre, son textos vivos que van contando los mitos del pueblo huichol, por eso decidimos llevarlos a Japón, además de que el artista fue el último de los grandes chamanes en morir”, agrega la curadora.

La exposición está dividida en los tres mundos de la cosmogonía huichola: el océano, la sierra y el desierto, que corresponden a los tres espacios de la búsqueda interior.

“Por medio de las piezas, el espectador hará un recorrido a través de los tres niveles en los que se divide la realidad para los huicholes, con el propósito de conocer el sendero trazado por este pueblo que combina el misticismo con la creación artística”, puntualiza Olmos.

El primer mundo corresponde a la creación de la vida, la cual comenzó en el océano poniente, donde vivían los dioses, hasta que un día se cansaron de estar en las aguas, por lo que decidieron salir en busca de la iluminación.

Las deidades caminaron hacia el este, acompañadas de unos gigantes, que no terminaron la travesía porque no aguantaron los sacrificios que se tenían que hacer para llegar al desierto.

Mientras avanzaban, los dioses se fueron convirtiendo en los ríos, peñascos y vegetales, y así sembraron la sierra o el mundo cotidiano.

Por fin, un día llegaron al desierto de Wirikuta, lo que corresponde geográficamente a Real de Catorce en San Luis Potosí. Ahí persiguieron a un venado, el cual en un gesto por enseñarles a los dioses que hay que ofrendarse a sí mismos, se convirtió en peyote. Desde entonces, esta planta es ofrecida a los cazadores y es indispensable para encontrar el camino de la iluminación.

“Esta peregrinación por los tres mundos es lo que da vida a la exposición, además de otras historias como la búsqueda del nierika -la visión del mundo secreto de los antepasados-“, enfatiza Olmos.

Los huicholes, antes de comenzar sus peregrinaciones hacen ayuno, confesiones públicas de sus pecados y caminan 45 días para llegar al desierto, una vez ahí comen peyote y cantan sus mitos de origen.

Después de comer la planta mágina, comienzan a tener visiones, mandadas por sus dioses, que plasman en sus obras de arte.

“Las piezas que hacen las comunidades indígenas como los huicholes, son dignas de presentarse en los mejores museos del mundo, pues además de las múltiples historias que cuentan, poseen un gran valor estético”, recalca la curadora.

Huicholes. Un pueblo que camina hacia el amanecer estará montada hasta febrero de 2010 y los organizadores esperan que recorra varias ciudades japonesas.

Además de la exhibición, la Revista Artes de México dedicó su reciente número al arte huichol.


Gracias:
♪♪♪♪♪

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aprendi mucho