El alma de un violín
(Ilustración: Kenny Ruiz/Proyectada en la versión escénica de 'La historia del soldado', de Igor Stravinski)
'El alma de un violín'. La música de Stravinski llega a Leganés con 'La historia del soldado'
Humor negro en el cómic y una disparidad de géneros en la música. Marchas militares, fanfarrias, pasodoble, tango argentino, vals, ragtime y coral- configuran La historia del soldado, de Stravinski, en una versión escénica concebida por Rita Cosentino, acompañada de proyecciones del dibujante de cómic Kenny Ruiz, narración de Fernando Palacios, interpretación del violinista Ara Malikian, de diez jóvenes instrumentistas y de dos actores. La obra, programada por el Teatro Real, se representará el próximo viernes 24 de abril, a las 20.00 horas, en el Auditorio de la Universidad Carlos III, Campus de Leganés.
Esta obra de Stravisnky basada en el mito de Fausto, reúne una gran variedad de géneros articulados a través de un lenguaje musical incisivo, picante y a veces disonante. La historia del soldado es una especie de antiópera, de teatro con música de barraca de feria, que supuso una revolución en la música de su tiempo. Su humor negro, su fugaz alegría y la amargura de su mueca están presentes en las proyecciones del dibujante de cómic Kenny Ruiz y en la puesta en escena de Rita Cosentino.
El alma del soldado está representada por el violín, que interpreta Ara Malikian. El diablo es la percusión: los tambores infernales que, despedazando a los otros instrumentos, se acaban imponiendo. En esta obra se percibe una mezcla de agresiva tosquedad y de gracejo inocente. En La historia del soldado está presente lo infernal y lo inevitable, es una alegoría de nuestro tiempo, una alusión a nuestra forma de vida.
La obra trata de un soldado que vuelve a su casa después de terminada una guerra: lo único que le consuela de las amarguras pasadas es su violín, símbolo de su alma. En esto se le presenta el diablo disfrazado ofreciéndole un libro mágico que le proporcionará todo lo que quiera a cambio de su violín; de propina también le propone intercambiar unas clases de música por una buena juerga de tres días en su casa. El soldado acepta.
Gracias:
A. I. - Madrid
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