martes, 14 de octubre de 2008

INAH

Caminos en Chichén Itzá


(Mapa: INAH)

Detecta INAH caminos de piedra en Chichén Itzá
Ubican especialistas casi un centenar de calzadas que estaban conectadas en red; consideran que aún falta explorar el terreno

Tras algunas labores arqueológicas realizadas recientemente en la zona de Chichén Itzá, en Yucatán, se ha detectado casi un centenar de "sacbeob" (caminos de piedra), cuya red de calzadas da cuenta del férreo control político interno que se tenía en la gran urbe.

El arqueólogo Peter Schmidt, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que los estudios fueron centrados en un "sacbé" entre la plataforma grande del Grupo del Castillo y la plataforma del Grupo del Osario.

Schmidt, quien desde hace 48 años ha participado en distintos trabajos arqueológicos en esta antigua urbe, reiteró que actualmente se tienen detectados más de 90 calzadas, "aunque eso no significa que estén explorados en su totalidad, sin embargo, tenemos ejemplos significativos, excavados y restaurados".

En el área maya, los "sacbeob" (calzadas de piedra de hasta 15 metros de altura) tuvieron un papel fundamental, ya que vinculaban social, política, religiosa y económicamente a los grandes centros de población, así como a las pequeñas comunidades que dependían de estos. A través de ellos se trasladaban mercancías, materiales de construcción o llegaban peregrinos y comerciantes.

Encargado desde 1993 del Proyecto Arqueológico en esa zona, Schmidt abundó que la red de "sacbeob" demuestra el férreo control político interno que tuvo Chichén Itzá en su Epoca de apogeo, cuando llegó a extenderse entre 25 y 30 kilómetros cuadrados.

Por un lado se tenían las calzadas locales que servían para la comunicación entre los grupos cercanos a la Gran Nivelación y, por el otro, los regionales, que conectaban a los grupos más alejados con el centro.

A decir del arqueólogo, no obstante de los 90 sacbeob registrados, "sólo estamos seguros que una decena llegaban a los dos grupos principales del sitio: del Castillo y de las Mil Columnas", pues marcaban el estatus social entre las clases importantes.

Los "sacbeob" fueron a su vez obras civiles relacionadas con la conducción y el manejo de agua en Chichén Itzá.

La Península de Yucatán recibe en promedio mil 200 milímetros o más de lluvia al año. Debido a esta precipitación, sus pobladores adecuaron vías en su entorno y en sus edificios a fin de captar la mayor cantidad de líquido posible, aunque contaban con el abastecimiento de alrededor de 15 cenotes.

Estos, agregó el especialista, también manifiestan una adecuación en su construcción para evitar grandes estancamientos de agua con canales que los atravesaban a lo ancho con dos orificios de salida, en la mayoría de ellos, para drenar el agua hacia el nivel más bajo del terreno.


Gracias:
Notimex, El Universal
cvtp
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