Entrevista con miembro de Monty Piton
(Foto: LynnolaPortada de Eric Idler y su esposa que no fue aceptada por el Vaticano)
Eric Idle, Miembro de Monty Python: ''Soy un optimista con pasado pesimista''
Siempre le recordaremos cantando en la cruz Busca el lado bueno de la vida... ¿Lo hace usted?
Sí. Soy un optimista con un pasado pesimista, muy duro.
¿Encontró el sentido de la vida?
Tengo una filosofía de vida. Somos una especie inteligente, tenemos una base de dónde venimos, pero no sabemos cómo acabaremos...
¿Cómo se le ocurrió hacer un musical sobre su mítica película Los caballeros de la mesa cuadrada?
Me gustan mucho los musicales. Participé en Mikado, haciendo de Koko y pensé que debía hacer un musical. Escribir canciones divertidas ha dado sentido a mi vida pos-Python. Les pedí permiso a los otros Monty Python para hacer el musical y me dijeron que sí porque pensaban que no funcionaría...
¿Y encontró algún judío para hacerlo en Broadway?
Mike Nichols, el director del musical. Es judío y nació en Berlín. A los 8 años llegaron los nazis y huyeron. Es un verdadero superviviente.
El jueves se le vio reír en el Victòria. ¿Le ha gustado la adaptación de Tricicle?
Mucho. No entiendo castellano, pero vi que habían captado el espíritu del montaje, y que la gente se reía mucho. Estoy muy contento porque Barcelona es el primer sitio de habla no anglosajona en que se estrena. Y lo han hecho muy bien.
¿Sabe que aquí el príncipe Herbert y Lancelot podrían casarse?
Ja ja ja... Bueno, donde yo vivo, en Los Ángeles, también.
Pero esta semana han votado en contra de los matrimonios gay.
¿Cómo? ¡Pero si este año se han casado miles! ¿Por qué se meten en la vida de otras personas?
Ayer se desternillaba usted con la salida de armario de Lancelot...
Me gustó mucho el actor (Fernando Gil). Curiosamente, en los distintos montajes de Spamalot el actor que hace de Lancelot es el más fuerte y masculino. Es un musical muy Python, que busca sorprender al espectador. Particularmente me gusta mucho la canción Estoy solo...
¿Usted también se sentía solo en los Monty Python? Decían que era el outsider, junto con Terry Gilliam.
Me gustaba serlo. Siempre discutíamos, pero sobre tonterías: sobre si tenía que ser un conejo asesino o una rana. Teníamos opiniones confrontadas, pero las resolvíamos.
Los Beatles revolucionaron la música y ustedes, el humor. Su amigo George Harrison dijo que eran sus herederos espirituales...
Sí. El mundo está hecho por los jóvenes. Los primeros que les influyen son los músicos y los cómicos, que les enseñan cómo pueden vivir.
¿Cuál fue el secreto de su éxito?
El humor es examinar la realidad con la verdad. Es lo opuesto de la fe. Cuestionas todas las creencias. Si te ríes de algo es porque es verdad, si no, no te ríes. La comedia es mejor si hay un mito al que enfrentarse. Ahora he hecho un oratorio, No es el mesías sino un chico travieso, que haremos todos los Python juntos el próximo año por nuestro 40° aniversario. No ha molestado a nadie porque no tiene aspecto bíblico, es muy Händel. Pero nadie querría que representáramos en Broadway la crucifixión de La vida de Brian.
Muchos quisieron verlos en la cruz tras aquella película.
A la religión le interesa que nadie se haga preguntas... En el nazismo, el comunismo, en las religiones... los grandes enemigos eran los comediantes; los primeros que mataban.
¿Había algo de lo que no querían o podían hacer broma?
Yo no puedo reírme de mi mujer. De mi exmujer, sí, pero de mi mujer, con la que llevo 32 años, no.
A algunos lo de Obama les resulta surrealista...
Yo estoy muy emocionado. Es una gran esperanza para América. Llena de ilusión tener a alguien inteligente al frente. Obama es muy brillante y con un pasado interesante: luchó contra el racismo, su padre era negro... Él es el sueño americano. La sorpresa es que el sistema funciona.
Los Python también fueron brillantes estudiantes, en Cambridge y Oxford. Pero usted tuvo una infancia difícil. ¿El humor le ayudó a afrontarla?
A los 7 años me metieron en un internado muy victoriano. Me pegaban, me hacían bulling. Éramos niños y aprendimos a sobrevivir. La comedia es una manera de liberarse de las duras verdades. De la guerra, los guetos, la muerte...
"Mientras se reían conmigo, al menos no me pegaban", ha dicho.
Es difícil pegar al que solo te hacer reír. El humor es una defensa, al menos para los niños. Con las niñas es diferente. Para ellas un chico gracioso es atractivo, pero los hombres no dicen: '¡Qué chica tan divertida!'.
"El primer recuerdo de mi madre es llorando...", ha dicho. Su padre murió cuando usted tenía 2 años.
Justo después de la guerra, haciendo autostop para volver casa por Navidad tuvo un accidente y se mató. Si lo miras de una forma cósmica, irónica, resulta hasta divertido. Yo no entendía por qué Navidad era tan triste y miserable para mí.
Al principio ustedes no tenían dinero pero sí mucha imaginación. Ahora en Hollywood es al revés.
Siempre pensé que la comedia era no tener bastante dinero y usar el ingenio, como hacen los críos... En Monty Python había algo infantil. Nos comportábamos como críos, como con lo de chocar cocos...
¿Por qué decidieron hacer los papeles de mujer?
No teníamos a mujeres divertidas. Pero si la broma era sexual, cogíamos a una mujer para ser creíble.
Es su primera vez en Barcelona, y se va al Barça.
Me lo estoy pasando de fábula. Me gusta mucho el fútbol y también el Barcelona. Cuando tenía 12 años, vinieron a jugar al Reino Unido. Los británicos vestían con pantalones largos y ellos, con cortos y camisetas brillantes... Parecían de otro planeta.
¿Volverán los Monty Python?
Aún esperamos a Graham.
Gracias:
IMMA FERNÁNDEZ, BARCELONA
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