WILLY RONIS EN PARÍS
(Fotos: Willy Ronis/Le Nu provençal)
Willy Ronis 'resucita' en París
Una Exposición retrospectiva en la Monnaie de París celebra el centenario del fotógrafo
Unas semanas antes de morir, Willy Ronis (1910-2009) estaba entusiasmado imaginando la gran retrospectiva con que celebraría su centenario en La Monnaie de París. Siete meses después, la emoción de Ronis revive en más de un centenar de fotografías -poéticas escenas cotidianas, hermosos desnudos, comprometidos retratos de trabajadores- de la muestra, que acaba de inaugurarse.
(Foto: d’Arles 2009)
Ronis solía decir que "la fotografía es la mirada. O la tienes, o no la tienes". La exposición 'Willy Ronis. Une poetique de l'engagement' ('Willy Ronis, una poética del compromiso') deja patente que el artista -quien inicialmente quería ser violinista- la tenía.
La muestra recorre, a través de más de 150 fotografías en blanco y negro, el heterogéneo trabajo de uno de los padres de la corriente humanista de posguerra, menos célebre que sus colegas Robert Doisneau o Henri Cartier-Bresson. "Para ser conocido, hay que ser 'etiquetable'. Yo también lo sabía, pero me daba igual", decía el artista.
Ronis podía ser el fotógrafo melancólico de las calles de París, o de las íntimas escenas cotidianas, pero también el fotógrafo de los trabajadores -"Sin ser miserabilista, Ronis no maquilla la pobreza, ni la hace estética, ni la glorifica", explica en el catálogo de la muestra Marta Gili, comisaria-.
"He trabajado en campos muy diversos, rechazando la idea de la especialización, porque me ha dado miedo aburrirme y porque mi curiosidad era insaciable", señalaba el fotógrafo.
Todas estas facetas -divididas en la exposición en cinco partes: las personas, el trabajo, los viajes, el cuerpo y la propia vida íntima del artista, con el famoso retrato que hizo de su mujer Marie-Anne, 'Le Nu provençal'- comparten su concepción del arte: "La fotografía es emoción".
"La aventura no se mide por el número de kilómetros. La emoción la sentiréis ante la sonrisa de un niño que llega con su cartera, un tulipán en un jarrón sobre el que se posa un rayo de sol, la mirada de la mujer amada, una nube por encima de la casa", decía en su libro 'En el filo del peligro'.
Ronis hizo la mayoría de sus fotografías en Francia. Dejó sus estudios de derecho y sus aspiraciones musicales en 1932, cuando se hizo cargo del estudio fotográfico de su padre, y ya no se descolgó la cámara. Tras vender el estudio familiar en 1936 trabajó como 'free lance' y, desde 1950, para la agencia Rapho.
Sin embargo, también encontró la emoción a miles de kilómetros de París. Sus trabajos en el extranjero -instantáneas en los canales de Venecia, las calles de Nueva York o los campos holandeses- son la faceta menos conocida del fotógrafo, que también puede descubrirse en La Monnaie.
Su trabajo más ambicioso fuera de Francia lo realizó en la RDA en 1967. Fueron cinco semanas en las que exploró la vida cotidiana de la Alemania comunista, de nuevo adentrándose en el mundo obrero con el que Ronis, militante comunista, se sentía comprometido.
"El estilo de Ronis sigue íntimamente vinculado a su vivir y a su propio discurso fotográfico. Ronis era famoso por las innumerables anécdotas que podía contar sobre cualquiera de sus fotografías, uniendo la palabra y la acción, el relato y la imagen", dice Gili, quien comisarió una exposición de Ronis en Madrid hace unos años.
A Ronis le gustaba explicar sus fotografías y que las instantáneas fuesen acompañadas de explicacionessus exposiciones. "Mis fotos no son revanchas contra la muerte ni conozco la angustia existencial. Yo no sé dónde voy, salvo al encuentro -más o menos fortuitamente- de las cosas o personas que amo, que me interesan o me perturban".
Gracias:
Isabel Espiño
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/22/cultura/1271964450.html
♪♪♪♪♪
No hay comentarios.:
Publicar un comentario