sábado, 6 de septiembre de 2008

Nouzha Guessous

Entrevista con la Médica Bióloga


(Foto: Archivo)

"Hay quien lleva velo para ir a la moda"

Es una de las fundadoras de la Organización Marroquí de Derechos Humanos. Fue miembro de la comisión real encargada de la revisión del código de familia.

Feminista, musulmana, militante marroquí. Su lucha en favor de los derechos humanos y para conseguir las mayores cotas de libertad en los derechos de la mujer y de la familia, la llevaron a ella y a una delegación de 40 mujeres feministas a llamar a la puerta del rey Mohamed VI. Y el monarca les hizo caso. En su primer discurso dijo que hacía falta hacer justicia con las mujeres. Ha venido a Barcelona invitada por la Fundación Tanja, que pretende fomentar las relaciones con Marruecos.

¿Por qué volvió a Marruecos, si tenía todas las facilidades para quedarse en París?

Marruecos es mi país y quiero ayudarle a salir adelante. Estudié en Francia y me propusieron darme la nacionalidad francesa, pero no la he querido.

Nadie quiere volver, cuando llega a Europa.

Lo entiendo: las posibilidades son distintas y la mayoría de los que se van lo hacen en busca de trabajo. Es normal que no quieran volver, con los índices de paro que hay en Marruecos. Pero con miedo no haremos evolucionar a Marruecos.

Hay todavía alguna asignatura pendiente en materia de derechos humanos.

Se han dado pasos de gigante en los últimos años. El Marruecos del 2008 no es el Marruecos de los años 80 o 90, ni a nivel de libertad de expresión ni de libertad política ni de derechos civiles. Muchas cosas han cambiado. No hay ningún país donde los derechos humanos se respeten de forma definitiva. Yo trabajo especialmente para conseguir las mayores cotas de libertad en los derechos de la mujer y de la familia.

¿La mujer marroquí está satisfecha de su papel?

No hay una mujer marroquí. Hay mujeres. Y ha habido avances revolucionarios. Han sido necesarios 30 años de lucha para llegar donde estamos, pero las nuevas leyes dan respuesta a la evolución que ha sufrido la familia. El código de familia aprobado en 1956-1957, justo después de la independencia y absolutamente patriarcal, queda obsoleto. Pero no solo en Marruecos: los derechos de la mujer siempre ha costado cambiarlos.

Todavía más si el integrismo sabe imponerse.

Los movimientos integristas salieron a la calle para dejar claro que todas aquellas mujeres que pidieran emanciparse no serían musulmanes. Y, en casos extremos, reclamando incluso su muerte. A raíz de aquello se frustraron los primeros planes de modificación de los estatutos personales porque hubo miedo a una explosión social.

¿Y pidieron ayuda al rey?

En el 2003, una delegación de 40 mujeres pedimos al rey que arbitrara en los derechos de la mujer en su calidad de comandante del país, ya que el Gobierno no podía. Y constituyó una comisión de 15 miembros. Y tres éramos mujeres.

Quince frente a 3: muy pocas mujeres.

Sí, pero eso fue una ruptura con todo el mundo musulmán, era muy revolucionario. Y empezamos a trabajar en los distintos departamentos ministeriales en todos aquellos temas que afectaban a la mujer. Derechos para casarse, para divorciarse, custodia de los hijos...

¿Hubo muchos divorcios?

En aquel momento, un 15%. Ahora han disminuido, justamente porque la mujer escoge con quién se casa. Y ha aumentado el número de matrimonios gracias al nuevo código de la familia aprobado en febrero del 2008, basado en el respeto mutuo y la concertación.

¿Es religiosa?

Sí, soy musulmana.

¿Qué piensa del velo, usted que también es feminista?

Como pieza de vestuario, es un detalle. A nivel político, es otra cosa.

Cuénteme.

Es muy difícil definir el velo como la marca de una religión. Yo no le voy a decir qué ha de hacer una mujer, si lo ha de llevar o no.

¿Pero no lo encuentra opresivo?

Como musulmana, estoy convencida de que el velo no es una obligación. No solo el islam le pide a la mujer que se cubra el pelo: también en el catolicismo tradicionalmente se le ha pedido que lo haga.

Entonces, ¿por qué lo vemos como una obligación?

Eso es culpa del integrismo. El integrismo no tiene religión. El hecho de que usted vaya por Marruecos y vea mujeres con el velo no quiere decir que para todas ellas el velo signifique lo mismo. Algunas lo hacen porque quieren. Otras están obligadas por su padre, por su marido o incluso por su madre. Y otras lo hacen para ir a la moda.

¿Pero la moda no va en contra del velo?

También hay modas para el velo. Hay velos que están de moda. Yo no entenderé que un hombre a quien yo le guste me pida que me cubra --yo no lo haría, si me gustara un hombre--, pero respeto la libertad de la persona que se cubre.

¿Cubrirse es someterse?

¿Qué se puede hacer por una mujer si se deja pegar por su marido? Y, si el marido no la deja salir, ¿se puede hacer algo contra eso? Es su libertad individual. Hay que protegerlas, lógicamente, pero si se dan todas las circunstancias para que no se produzca esta opresión, si ella no se mueve, no se puede hacer nada.


Gracias:
HELENA GARCÍA MELERO
♪♪♪♪♪

No hay comentarios.: