Alimentación y salud
(Pirámide NAOS)
Alimentación saludable para tus hijos
Adquirir buenos hábitos e impulsar la práctica regular de actividad física ayudará a tus hijos.
La obesidad es una enfermedad grave en la edad adulta y que comienza en la infancia: el 26% de los niños y jóvenes de nuestro país tienen sobrepeso y casi el 14% son obesos.
Una alimentación correcta durante la infancia es importante porque el organismo del niño se encuentra en crecimiento y formación. En esta época se establecen los hábitos alimentarios que posteriormente serán difíciles de cambiar.
¿Cómo debe ser una alimentación correcta durante la infancia?
Debemos aportarles una dieta variada y equilibrada, procurando repartir los alimentos en 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Los alimentos deben distribuirse a lo largo de día para que el cuerpo tenga los nutrientes necesarios, en función de sus exigencias.
El papel de los padres en la formación de los hábitos alimentarios de sus hijos es esencial. Deben estimularlos a comer de todo y a valorar los alimentos. El Instituto de Nutrición y Trastornos Alimentarios de la Comunidad aconseja que en toda dieta deben existir estos grupos alimentarios:
Lácteos: los niños deben tomar entre ? litro a 1 litro de leche o derivados lácteos (yogures, quesos...) lo que supondría 2 ó 3 raciones repartidas a lo largo del día.
Carnes, pescados y huevos: se deben tomar 2 ó 3 raciones a la semana. Se aconseja moderar el consumo de carnes grasas y embutidos.
Frutas verduras y hortalizas conviene consumir 5 raciones al día. No deben faltar 2 ó 3 piezas de fruta diaria, se puede sustituir también por el zumo recién exprimido.
Verduras y hortalizas se consumirán 3 o más raciones, en forma de ensaladas o como guarnición.
Los cereales (pan, maíz, arroz y pasta) y las legumbres se deben consumir hasta alcanzar 6 raciones diarias. Los hidratos de carbono en la dieta son esenciales para el aporte energético, además la fibra ayuda a prevenir el estreñimiento y reduce el colesterol.
Dulces y grasas deben tomarse con moderación, ocasionalmente. Algunos productos como los dulces, la bollería y alimentos con mucha grasa, poseen gran cantidad de azúcares sencillos, grasa saturada y pocas vitaminas y minerales.
Los refrescos deben consumirse en cantidades moderadas, porque aumentan el consumo de azúcar en el niño, es mucho más
saludable acompañar las comidas con agua.La práctica de ejercicio físico, complementada con una alimentación saludable, es esencial para prevenir la enfermedad y promover la salud. El niño debe acostumbrarse a realizar actividades físicas y a reducir el ocio sedentario evitando el exceso de horas de televisión y videojuegos.
Gracias:
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