Entrevista con el fotógrafo
(Foto: Marcos López)
“Soy una mala copia de Andy Warhol”: López
A modo de juego, el fotógrafo argentino Marcos López se describe como un “post Diego Rivera digital”; en otro momento se llama “L´enfant terrible”, pero corrige: “Ya estoy grande; de enfant no tengo nada”
A modo de juego, el fotógrafo argentino Marcos López se describe como un “post Diego Rivera digital”; en otro momento se llama “L´enfant terrible”, pero corrige: “Ya estoy grande; de enfant no tengo nada”.
Cineasta, pintor, además de fotógrafo, López (Santa Fe, Argentina, 1958), abandonó los estudios de ingeniería para dedicarse desde hace tres décadas a la foto, arte en el cual ha creado una obra en la que convergen humor, cómic, política, arte e iconos y colorido latinos.
“Siempre me interesó la cultura popular y el humor, los dos como elementos de comunicación. El pop art siempre estuvo situado con un pie entre la publicidad y el arte, de ahí me inventé lo de pop latino como si yo fuera una mala copia de Andy Warhol. Yo mezclo una zona de confusión entre el arte y la publicidad, sumado al cómic a la cita histórica, a la inspiración en cuadros o en artistas.”, declara a KIOSKO.
(Foto: Marcos López/Adán y Eva)
López, quien estudió cine en San Antonio de los Baños, en Cuba, declara su abierto interés porque las fotos de su autoría sean “desbordadamente latinoamericanas”. Parte de ese gusto abarca lo mexicano que se puede advertir en algunas de sus obras recientes en el marco de Fotoseptiembre.
En la muestra Presencia Flagrante -que comparte con las obras de Rubén Ortiz- López deja ver su afinidad con la cultura popular, con la cultura de los luchadores, con un mural del Dr. Lakra, con Frida Kahlo, al igual que a personajes como Carlos Gardel, “Evita” y Hugo Chávez.
“Me interesa que mi trabajo, desde la Argentina, se lance a la América, en una actitud como bolivariana. Desde las pampas salvajes me dirijo hacia la América Latina. Lo que hago también es contar la tragedia con humor, en una mirada sobre los problemas sociopolíticos, como lo hacen la zamba o la cumbia colombiana”.
En sus más recientes trabajos, ha “dejado a un lado el chiste”, para experimentar con el teatro. La puesta de sus fotos, que es toda una producción, es como una representación escénica, donde hay actores -profesionales o no- escenógrafos, iluminadores, asistentes.
“Ahora me interesa más teatralizar situaciones reales, experimentar en un andarivel donde se mezcla el cómic, la pintura, el teatro y el arte digital. Lo que estoy haciendo es reformular la manera de trabajar la fotografía, estoy teniendo influencias de la fotografía documental clásica, la pintura, el retrato, el arte digital, la publicidad. Soy también un hijo de esa estética. Hago también una reflexión socio cultural de aspectos de América. Y tengo un pie en la escritura porque con ella trato de completar la idea de la imagen, es un cuarto frente”.
¿Cómo percibes que ha cambiado Latinoamérica, al comparar tus primeros viajes y trabajos por el continente?
¿Cómo percibes que ha cambiado Latinoamérica, al comparar tus primeros viajes y trabajos por el continente?
América Latina esta cada vez más desigual y más salvaje. Soy muy escéptico. Las fórmulas ideológicas de cambio social de los sesentas parece que no funcionaron mucho, y ahora la verdad no se como pensar hacia un cambio social más igualitario. Si no se apunta hacia eso y hacia un crecimiento espiritual, todo se derrumbará muy pronto.
Si la gente con poder se compra camionetas Hummer con vidrios cada vez más anchos para emborracharse en su propio ego, con la excusa de defenderse del problema de la violencia y la inseguridad, en vez de sumar esfuerzos para un cambio de paradigmas morales y éticos… todo va para atrás. Esas camionetas grandes son en sí mismas el símbolo de la violencia y el egoísmo del ser humano. Yo a mis hijos trato de transmitirles una amplitud de conciencia hacia lo espiritual, hacia lo multirreligioso… Sinceramente a veces no sé cómo actuar en el contexto ultra individualista en el que me desenvuelvo, que es el mundo del arte… lo que nos da de comer a mi familia.
Crees que la globalización ha traído de vuelta elementos de la cultura pop o ha sido el espacio para su reinvención?
En un punto creo que la globalización es un karma negativo que está pagando el género humano. Como si los científicos, los genios de la cibernetica hubieran inventado un frankestein y no saben cómo pararlo. Como una película de terror clase B de los años 40. Tanta comunicación sofisticada que no soluciona finalmente nada. La gente anda por la calle mirando la pantalla de su telefonito móvil como robots. Yo estoy enviciado por la web y regaño a mis hijos porque están todo el día en la computadora jugando juegos de habilidades tontas por Internet… y lo primero que ven cuando se levantan es a mí contestando mails con la laptop desde mi cama aun sin lavarme los dientes.
Como te dije antes, me siento desorientado. A veces pienso que mis obras sirven para dar un aire de cambio poético a la sociedad y a veces siento que solo sirven para decorar la sala de la gente que gana su dinero en operaciones financieras que no aportan nada para que el mundo mejore.
¿ Qué impacto quieres generar en el espectador?
¿ Qué impacto quieres generar en el espectador?
Que se enfrente a su propio desamparo. A su posibilidad de sentir ternura. Despertarle una sonrisa. Un gesto de comprensión y tolerancia. Las mismas cosas que me pasan a mí cuando veo mis propias fotos colgadas antes de la inauguración. Cuando recorro solo la sala de exposición…
¿Qué importancia das a la destrucción de esas ideas preconcebidas que por lo general traemos desde la religión, la familia o la iglesia?
No me gusta usar la palabra destrucción sino evolución, transcisión, tolerancia, convivencia. En mi casa tengo un altar religioso con dioses yorubas, afrocubanos, santos populares venezolanos y del Dalai Lama que conviven la virgen de Guadalupe. Y a mis hijos desde pequeños les enseñé a prenderle velitas. También les enseño a respetar a mi madre que va a la iglesia todos los domingos y reza el rosario tres veces por día. Al mismo tiempo les trato de insinuar a que presten atención a los espíritus del bosque. Sólo la ternura y la ampliación de la conciencia hacia un contacto con lo espiritual entremezclado con la ciencia, el arte y la política, podrá hacer de este mundo un lugar un poquito mas habitable. La palabra poder no es mala en si misma. puede haber un poder de lo bueno… una redifinición estructural del concepto de poder.
Se puede decir que reinventes las obras de arte, te interesa darles nuevos significados cuadros como "Lección de anatomía"¿cuál es tu búsqueda allí?
Ella es la muerte joven. Son los ideales de una generación en Argentina que se truncaron. Es una autopsia ilegal, perversa, como toda autopsia. Con esas imágenes exorcizo mi propio dolor y lo transformo en un hecho poético. Nada más que por eso creo que sirven para compartir esa experiencia personal con el espectador
¿En qué medida hay en tu obra fotográfica una especie de construcción de murales?
¿En qué medida hay en tu obra fotográfica una especie de construcción de murales?
A mí me gusta la pintura. También me encanta el arte popular, sin pretensión intelectual. Y un día me dije que me autonombraba bisnieto afectivo de Diego Rivera, hijo natural-no reconocido de Andy Warhol, asesor de imagen de Hugo Chávez y pintor artesanal de un parque de diversiones de un pueblo pequeño de la provincia de Formosa, en la frontera argentino/paraguaya, donde los ratones mickeys tienen una cara tan rara que parecen el chavo del ocho, y hay que hacer un esfuerzo por reconocerlos. Hice un mural político latinoamericano como un gesto naif, tierno, de la ilusión de cambio social latinoamericano. Es un ensayo visual, de prueba y error… yo no soy un teórico. Experimento con la emoción visual.
¿ De dónde viene tu fascinación por el color? ¿qué tan a menudo haces imágenes en blanco y negro?
El color de la vestimenta de las cholas bolivianas, la cumbia colombiana y las garotas de Ipanema son las únicas tres formas de alegría que todavía nos quedan en América Latina. Ya bastante hay que sufrir por viajar apretujados en el metro cuidando que no te roben la billetera ni el teléfono móvil, como para todavía mirar el mundo en blanco y negro.
Uso el color para salirme del estereotipo de la fotografía en blanco y negro, característica de la escuela de Manuel Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Sebastian Salgado, que son como mis maestros. Uso el color como una forma de identidad cultural latinoamericana.
¿Crees que el desarrollo de la tecnología digital acabará -o acabó ya- con ciertos usos y tendencias en este arte? ¿cuál será su impacto real?
La era digital es como una bomba atómica. Como ganarse un premio que consiste en casarse con Miss Universo en un hotel de Las Vegas y luego uno volver con ella a hacer tu vida cotidiana trabajando como cajero de banco en la provincia de Santa Fe. Ni ella ni tu saben como manejar la situación, y lo más probable que a los tres meses la chica se vuelva a Venezuela. Y tú te quedas mirando documentales de National Geographic por la televisión.
Gracias:
Sonia Sierra, El Universal, mailto:ssierra@eluniversal.com.mx
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2 comentarios:
ese articulo es muy bueno esta muy intresante .
sergio ESCOBEDO es mi comentario saludos . .
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