martes, 1 de septiembre de 2009

ASTRONOMÍA

El cielo del mes de septiembre


(Foto: ANDREW HEUVEL/La nebulosa del Anillo, M 57)

El cielo del mes de septiembre
Unas indicaciones sencillas para admirar los objetos celestes

La Luna estará en fase de luna llena el día 4 en Acuario, cuarto menguante el 12 en Tauro, luna nueva el 18 en Leo y cuarto creciente el 26 del mes en Sagitario.

Mercurio no es observable dada su bajísima altura sobre el horizonte, antes de la salida del Sol.

Venus, en el cielo del amanecer, alcanza cada día mayor altura sobre el horizonte, transita por Cáncer y Leo antes del inicio del alba. Su brillo es espectacular, con magnitud -4,0 convirtiéndole en el objeto más brillante del cielo nocturno a excepción de la Luna. Durante los tres primeros días del mes, transita por Cáncer, al sur del cúmulo estelar Pesebre, M 44, con un brillo equivalente a 1.000 veces la luz observada sumada de todas las estrellas del cúmulo.

Marte es visible en la segunda parte de la noche, en la constelación de Géminis. Presenta una magnitud de 0,8 con un disco realmente pequeño.

Júpiter sigue estando en buena posición y brillo, dado que pasó por su oposición a mediados de agosto. Tiene una magnitud de -2,8. Es la mejor época para disfrutar con la visión del rey del Olimpo, aunque ya a final de mes se oculta unas tres horas antes de las primeras luces del alba.

Este mes presentará un disco de 47 segundos de arco (1 ángulo de un grado se divide en 3.600 segundos) . Las bandas ecuatoriales centrales, de un intenso color marrón oscuro-naranja, son visibles con un telescopio de al menos 7,5 centímetros . En el caso de disponer de buena transparencia, son también visibles más bandas en su atmósfera, así como la gigantesca Gran Mancha Roja (se debe consultar cualquier programa de planetario de sobremesa para saber si la Mancha Roja es o no visible). Debe recordarse que el período de rotación del planeta es muy rápido, ya que Júpiter gira alrededor de su eje, cada 9 horas y 50 minutos en las zonas ecuatoriales. En unos 15 minutos se podrá ver claramente la rotación de las bandas ecuatoriales jovianas.

(Imagen: STELLARIUM/El cielo de madrugada para los observadores noctámbulos I Mapa del cielo visible desde una latitud 40º N el 15 de septiembre de 2009 a primera hora de la noche)

También es muy aconsejable ver el continuo cambio en posición de los cuatro satélites galileanos, Io, Europa, Ganímedes y Callisto, claramente visibles muy cercanos al disco de Júpiter, ya que presentan una magnitud entre 5 y 6. Sus períodos de traslación alrededor de Júpiter, van de 1,77 días (Ío) a 16,69 días (Callisto).

Saturno no es visible, dado que alcanza su conjunción con el Sol el 17 de este mes. Este mes se encuentra ya en Virgo, habiendo abandonado la constelación de Leo, donde ha estado transitando durante casi 3 años. Volverá a ser visible en el cielo del pre-amanecer a mediados de octubre próximo.

Urano está situado en Piscis, al este del famoso asterismo que forma esta constelación, situado debajo del gran cuadrado de Pegaso. Si centramos la estrella más al este del famoso asterismo, 6 grados al sur podremos observar dos objetos, uno de ellos es Urano, el otro es una estrella, 20 Piscium, algo más brillante que el planeta. Alcanza su oposición con el Sol, el día 17 de septiembre, situándose a 2.856 millones de kilómetros del Sol. Con magnitud 5,8, es un objeto fácil para ser observado con prismáticos, siendo por el telescopio visible su pequeño disco verde-azulado.

Neptuno se sitúa cerca de Júpiter, en la constelación de Capricornio, 1 grado al oeste de la estrella de magnitud 5,42 Capricornii. Con una magnitud de 7,8 será fácilmente visible con unos pequeños prismáticos; por telescopio será visible su pequeño disco verde-azulado.

Plutón es visible a buena altura en la constelación de Sagitario. Con una magnitud de 13,9, necesitamos al menos un telescopio de 25 centímetros de abertura para poder observarlo.

Cualquier planisferio de ordenador (Stellarium, The Sky, Megastar) nos mostrará de manera precisa la posición de este planeta enano.

El asteroide Juno, uno de los cuatro más grandes y famosos, alcanza su oposición este mes, teniendo un brillo de 7,6 magnitudes, y siendo de fácil localización en la constelación de Piscis.

Transita durante el mes por el campo de estrellas delimitado por las estrellas 20, 24, 27 y 29 Piscium. Buena oportunidad para observar el asteroide, que no volverá a estar tan brillante como este mes hasta el año 2015.

(Imagen: STELLARIUM/El cielo de madrugada para los observadores noctámbulos II Mapa del cielo visible desde una latitud 40º N el 15 de septiembre de 2009 a las 3.00. Para horas posteriores, habrá constelaciones que se habrán puesto por el horizonte Oeste, mientras que otras habrán salido por el Este)


El 22 de septiembre, a las 21.19 de Tiempo Universal el Sol cruza el ecuador celeste, alcanzando el equinoccio otoñal (en este caso en la constelación de Virgo). Se inicio el otoño para el hemisferio norte y la primavera en el sur

Cielo Profundo

Nada más anochecer, son visibles en muy buenas condiciones las nubes de estrellas de Escorpión, Sagitario, Ofiuco, Scutum, Cisne y Aguila, con objetos tan notables como los cúmulos globulares M 4, M 80, M 10, M 12, M 22, cúmulos abiertos como M 6, M 7, M 11 y nebulosas difusas como M 8, M 20, M 17, M 16, etc.

También en las primeros horas de la madrugada comienza a ser visible en todo su esplendor, uno de los asterismos estelares más famosos de las noches estrelladas, el famoso Triángulo del Verano, cuyos vértices lo forman las luminarias más brillantes de sus respectivas constelaciones, Deneb del Cisne, Vega de la Lira y Altair del Águila. Si a esta visión le añadimos la contemplación de las ricas y brillantes nubes de estrellas que son visibles en el interior del triángulo, la visión será de difícil olvido en cielos negros y estrellados.

Además, es la época de mejor visibilidad del año de una de las nebulosas planetarias más populares de todo el cielo, la famosa Nebulosa del Anillo, M 57, en la constelación de la Lira. Está situada a 2.300 años-luz, y está formada por la envoltura externa de una gigante roja, expulsada en los últimos pasos de su evolución, dejando completamente al descubierto el núcleo de la gigante roja progenitora. Ese núcleo estelar es conocido por la Astronomía actual como enana blanca. La enana blanca central de la nebulosa es difícil de ver porque tiene una magnitud en torno a 15,8.

El nombre "nebulosa planetaria" es una denominación que ha prevalecido en Astronomía desde la época del astronónomo británico Sir William Herschel (1738-1822) quien a la vista de estos objetos y dada su semejanza -observados a través de su telescopio- con Urano, les dió ese nombre. Obviamente puede conducir a error, ya que esas nebulosas no tienen nada que ver con la presencia de planetas.

Lluvias de estrellas

Este mes tenemos la lluvia de estrellas Alfa Aurigidas, que se espera que en el máximo de actividad alcancen unos 5 meteoros por hora. El máximo se espera hacia el amanecer del día 1 de septiembre; la Luna en cuarto menguante se habrá puesto un par de horas antes, y no molestará en la observación de la lluvia. El radiante se encuentra ligeramente al sudeste de la estrella más brillante de la constelación, Capella.

Cometas

El cometa 22P/Kopff será visible con una magnitud de 10,0 durante todo el mes transitando por la constelación de Acuario; no es un cometa excesivamente brillante dado que su punto de máxima cercanía al Sol se encuentra más allá de la órbita de Marte. Es un cometa periódico descubierto por Kopff en 1906 y tiene un período de 6,4 años. Es posible encontrar unas efemérides diarias para este cometa.


Gracias:
JOSÉ RIPERO
José Ripero es presidente del Centro Astronómico de Ávila
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