VICENTE TODOLÍ
ENTREVISTA CON EL DIRECTOR DEL MUSEO
(Foto: Pablo Goikoetxea/Vicente Todolí dejará el Tate Modern en verano)
"La Tate Modern se ha abierto más al mundo"
"Siempre he dicho que soy un curador actuando de director", aclara Vicente Todolí, director de la galería Tate Modern de Londres, al recordar los siete años que lleva al mando del museo de arte contemporáneo más visitado del mundo.
Cuando se cumple el décimo aniversario de la galería, Todolí hace cuenta de su legado, de cómo recibió la institución cuando apenas empezaba a andar y en lo que se ha convertido ahora.
"Yo esperaría que se viera como una Tate (Modern) que se ha abierto mucho más y al mismo tiempo que ha sido líder en su programa", le cuenta el director español de 52 años a los lectores de BBC Mundo que participaron en esta entrevista interactiva.
El puesto del valenciano es la fantasía de todo curador de arte contemporáneo. Sin embargo, no es tarea fácil mantener el alto nivel de la famosa galería.
Desde que abrió sus puertas, el 12 de mayo de 2000, más de 45 millones de personas han recorrido esta antigua central eléctrica que hoy reúne a los grandes íconos del arte contemporáneo.
Mattise, Kandinsky, la Bauhaus, Dalí, Duchamp, Man Ray, Picabia, Warhol y Lichtenstein son algunos de los íconos del arte contemporáneo que se pueden apreciar en sus paredes.
Cada una de estas exposiciones han sido el resultado de un profundo trabajo del equipo de curadores y asistentes de curadores que están bajo la batuta de Todolí.
En alguna oportunidad ha sido el mismo historiador de arte quien ha hecho de comisario en alguna exposición, como lo cuenta al responder a las inquietudes de nuestros lectores.
¿Cuándo te diste cuenta que podías vivir del arte? Pregunta Baltazar Hurtado, de León, México.
Yo siempre seguí mis vocaciones sin pensar que iba a vivir de ellas.
Por ejemplo, cuando terminé mis estudios universitarios en España era de los pocos estudiantes de mi promoción –historia del arte- que tenía, no uno, sino dos trabajos, que eran para el gobierno, funcionario ¡de por vida! Y los abandoné porque me dieron una Fulbright (beca) para ir a ampliar mis estudios a Estados Unidos.
¿Cómo llega Vicente Todolí a dirigir uno de los museos más importantes del mundo?
Ya tenía la experiencia de dirigir dos museos y fue entonces cuando se me presentó la oportunidad de competir para la posición de director de la Tate Modern, que era un concurso internacional abierto. Gané el concurso y aquí he estado siete años.
¿Qué tipo de preguntan hacen en una entrevista para dirigir un museo como la Tate Modern?
Me acuerdo que una de las preguntas fue que cuál era mi artista favorito. Respondí que según mi punto de vista, un director, un profesional, no debería tener favoritos. Los favoritos existen cuando uno es amateur.
¿Cree que esa respuesta fue la que le dio el trabajo?
No. Pensé que por ésta no me lo darían ¡ja, ja. ja! Porque fui un poco impertinente.
¿Cómo era esa Tate que recibió en el 2002?
Era una Tate que apenas había empezado a andar. Estaba aún en su más tierna infancia, con lo cual había posibilidad de moldearla para los planes que uno tuviera.
En ese sentido tuve suerte, porque cuando una institución lleva mucho más tiempo, está mucho más anquilosada y es más difícil.
Muchos de nuestros lectores quieren saber sobre el proceso de selección de artistas. Como Melissa Orozco, de Ciudad de México. Ella quiere saber cuál es la trayectoria que debe tener un artista para aspirar a exhibir en la Tate Modern.
Llevamos a cabo un seguimiento de artistas en todo el mundo. Tenemos diversos espacios para diversos tipos de artistas.
Lo que miramos siempre es la carrera del artista. Seguimos a muchos artistas y llega un momento en que decimos "este artista está maduro para una exposición".
Aunque sea un artista contemporáneo, lo miramos desde un punto de vista histórico, pensando en que, haga lo que haga, pasará a la historia.
Nos interesan artistas que hayan explorado un campo, que toman desvíos, toman riesgos y que empiezan a trabajar también en otras direcciones.
Es decir, no "artistas autopistas" sino artistas más bien "árbol"; con raíces y ramas.
Varios de nuestros lectores le escribieron sobre el financiamiento de una galería como la Tate Modern, como Ángela Romero Gutiérrez, de Lima Perú, quien le pregunta: ¿cómo hace el museo para mantenerse si no cobran entrada?
La mayor parte de la Tate (Modern) es gratis. La colección es de libre acceso y gratuita.
Sólo se paga en la planta cuarta, que es donde tenemos las grandes exposiciones que cuestan mucho montar; tenemos que traer obras de todo el mundo, los transportes son muy caros, los seguros son muy caros... Es aquí donde el público paga una entrada.
La Tate es una galería pública, pero sólo recibe el 40% del Estado. El resto del presupuesto –el 60%- tenemos que buscarlo con patrocinios, con ingresos como las ventas de entradas para las exposiciones, con nuestros restaurantes, nuestras tiendas... y con nuestros amigos (del museo).
Hoy en día, hay quienes opinan que las galerías tienen una feroz competencia en internet. De ser así, Luz Elena Montoya, de Medellín, Colombia, desea saber ¿qué función tienen los museos y galerías frente a internet?
Internet puede estimularte para que vengas a ver la exposición, porque en internet no ves la obra de arte, ves una reproducción de la obra de arte que no tiene nada que ver con la obra.
La obra de arte sólo se puede experimentar de un modo directo y físico. No a través de una reproducción en internet.
Antes habló del proceso de selección del artista como tal, sin embargo, Julián Higuerey Núñez, de Caracas, Venezuela, quiere saber ¿cuáles son los criterios a la hora de adquirir nuevas piezas para la colección?, en particular cuando se trata de arte latinoamericano.
Tenemos una estrategia de adquisiciones para la colección. Es una estrategia que no es inmóvil, que se va renovando porque surgen nuevos artistas, avanza el mundo, por lo tanto también vamos cambiando.
Tenemos grupos de adquisiciones, grupos de patronos, que contribuyen con sus fondos para que adquiramos obras, prácticamente de todo el mundo. Tenemos un comité de arte latinoamericano, que cuenta con más de 50 miembros y cada uno da US$15.000.
Cada año ese dinero se dedica a obras de artistas latinoamericanos. Gracias a ello, ahora tenemos una muy buena representación.
Máximo, de Buenos Aires, Argentina, quiere saber, ¿cuáles cree que son las exigencias del nuevo público del arte ante un Museo de Arte Contemporáneo de la talla de Tate Modern?
Intentamos no ser vistos como un museo mausoleo, sino como un museo abierto, un museo donde consideramos que las visitas son intercambios entre el visitante y la galería, e intentar dar respuesta a la cada vez mayor demanda de interacción con el público.
Por ejemplo, nuestros vigilantes no son sólo vigilantes. Son también guías, es gente que se implica, que intenta hacer que la visita sea mejor, que de información, que oriente.
No un museo represor, sino un museo realmente acogedor. Que cree el ambiente adecuado para el disfrute del arte de un modo placentero y relajado.
Después de tantos años, de ver y estar rodeado de tanto arte, ¿te sientes saturado o vacío en algún aspecto? Si es así ¿qué otras cosas importantes has descubierto en la vida que puedan liberarte o cubrir esa falta? Es la pregunta de Gonzalo Ordóñez, de Cochabamba, Bolivia.
Ésta es una vida muy intensa donde desde la mañana hasta la noche estás en situaciones completamente enfocadas a tu trabajo; desayunas arte, comes, arte, cenas arte.
Tener otros intereses es fundamental.
Una de mis mayores pasiones ha sido siempre la literatura, también el cine, pero realmente donde me relajo e intento tener otro tipo de vida –no confundir mi persona con mi actividad- es en el Mediterráneo, en España, donde cultivo naranjos, olivos.
Digamos que esto me da otro tipo de relación con el mundo, lo veo todo de otro modo y me ayuda a ver que hay una vida al margen de mi profesión.
Va a dejar la Tate, así que vuelvo a la pregunta del principio, pero al revés, ¿Cómo es la Tate Modern que deja?
Esencialmente creo que es una Tate que se ha abierto más al mundo.
La Tate, hasta el momento que llegué, nunca había organizado una exposición de arte latinoamericano.
Nosotros empezamos con Frida Kahlo, tuvimos a Helio Oiticica, después Cildo Meireles y abrimos ahora en junio una de Francis Alÿs y en febrero una de Gabriel Orozco.
Hemos abierto la galería a artistas contemporáneos que antes difícilmente hubieran tenido cabida aquí.
Mi deseo sería que fuera una Tate más amplia y más profunda.
Ha dejado una Tate "árbol"
Sí. Con raíces y con una copa muy grande.
Gracias:
Redacción, BBC Mundo
http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2010/05/100510_convocatoria_entrevista_interactiva_tate_todoli_rg.shtml
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