DALÍ EN COMERCIALES
(Imagen: SHOW, Exposición Dalí y las revistas)
Salvador Dalí, estrella de las revistas
La Fundación la Caixa organiza una exposición en la casa natal de Picasso en la que rastrea la celebridad alcanzada por el pintor catalán en la publicaciones impresas.
Hoy abre al público la exposición Salvador Dalí y las revistas en la Fundación Picasso, ubicada en la casa natal del pintor malagueño. La muestra hace un repaso de la variada y extensa colaboración de Salvador Dalí con el mundo de las revistas y la prensa escrita y constituye una etapa más en la voluntad de la Fundación “la Caixa” de divulgar facetas menos conocidas de este artista universal. Así pues, representa una continuación del camino que se inició con Dalí. Cultura de masas, una exposición sobre la relación del artista con la cultura popular organizada en CaixaForum Barcelona en el año 2004, coincidiendo con la conmemoración del centenario del nacimiento del pintor.
A partir de 246 piezas procedentes de la Fundación Gala-Salvador Dalí, la muestra Salvador Dalí y las revistas presenta la relación del artista con los medios de comunicación escritos. Dalí no se limitó a escribir artículos, sino que también creó portadas y anuncios e ilustró escritos, tanto propios como de otros autores. Paralelamente, empleó la prensa como soporte de su obra, en forma de collage, y como fuente de inspiración: una portada, una imagen o un texto aparecidos en la prensa podían transformarse en otra imagen o adquirir otra lectura y convertirse, así, en una obra suya. Toda esta actividad llevó al artista, en diferentes momentos de su carrera, a diseñar páginas de revistas e, incluso, una publicación entera, el Dali News.
( Nacimiento del nuevo mundo)
Dalí inició sus colaboraciones en la prensa en el año 1919, con los artículos dedicados a grandes maestros de la historia del arte (“Goya”, “El Greco”, “Durero”, “Leonardo da Vinci”, “Miguel Ángel” y “Velázquez”) que publicó en Studium, la revista del Instituto de Figueres, su ciudad natal, a los que siguieron escritos en que define su estética o la evolución que experimenta su carrera y que aparecieron entre 1927 y 1929 en publicaciones como L'Amic de les Arts, La Gaceta Literaria o La Nau y La Publicitat.
En la década de 1930 Dalí ingresó en el grupo surrealista y enseguida se convirtió en su principal agitador, hasta el punto de llegar a declarar: “el surrealismo soy yo”. Tuvo, por lo tanto, un papel destacado en las revistas editadas por este colectivo, tanto en Le Surréalisme au Service de la Révolution como en Minotaure, para la cual diseñó una de las portadas, hizo ilustraciones y escribió textos sobre el surrealismo que fueron fundamentales para su obra y trayectoria, así como para la interpretación paranoicocrítica.
Llegada a Estados Unidos
Esta década fue también la de los primeros viajes a Estados Unidos, donde Dalí pronto colaboró con la prensa americana. Un buen ejemplo de ello son las dos portadas que diseñó para The American Weekly: Social Life by Dali, del 9 de enero de 1938, e Industrial Life by Dali, del 16 de enero de 1938, además de la serie de siete artículos que publicó en la misma revista.
(Punto de vista de Dalí)
En Estados Unidos, donde residió ininterrumpidamente de 1940 a 1948, Dalí recibió varios encargos para crear anuncios y portadas, escribir artículos de opinión e ilustrar textos, que se publicaron en las revistas y los periódicos más influyentes desde el punto de vista de la cultura de masas, como Vogue, Life, Script o Nugget. Estas intervenciones le sirvieron como base y ensayo para diseñar conceptual y formalmente su propio periódico, el Dali News, del que sepublicaron dos números, en 1945 y en 1947, coincidiendo con dos exposiciones del artista en la Bignou Gallery de Nueva York. Asumiendo el papel de director, editor, articulista e ilustrador, Dalí creó este periódico en el que sólo se habla de él y su esfera de influencia.
La obra de Dalí se diversifica en esta etapa americana, durante la que el artista aparece con asiduidad en las revistas, tanto en calidad de personaje y representante de un modo de hacer y de ser extravagante como a través de su obra. Durante estos años se consolidó la imagen de artista que él mismo había ido forjando. La prensa lo consideraba el líder del surrealismo, el profeta del subconsciente, del mundo de los sueños y de la imaginación, el inventor del método paranoicocrítico, el hombre que gozaba de la libertad de pensar incluso lo impensable. Los adjetivos que se le aplicaban son infinitos, y todos hacían alusión a un mismo ámbito: satírico, extraño, provocador, misterioso, audaz, excéntrico y, como no podía ser de otro modo, genial. Dalí era ya un icono.
Especialmente significativa fue su intervención en la publicidad durante esta época. La moda y los artículos de lujo -incluyendo coches- fueron los ámbitos en los que se solicitó más su colaboración. Entre 1944 y 1947, el nombre de Dalí apareció relacionado, por ejemplo, con las medias Bryans, a las que se atribuían una serie de cualidades que aludían a la obra de Dalí y a lo que ésta significaba: apasionante y provocadora. Para impresionar a los clientes como mínimo con el nombre, Beautiful Bryans encargó a Salvador Dalí una serie exclusiva de ilustraciones para anuncios que se publicaron en Harper's Bazaar, Town & Country y Vogue.
Dalí siguió colaborando en publicaciones americanas a lo largo de más de diez años -Vogue, Art News-, así como en la prensa francesa -Connaissance des Arts, La Table Ronde, La Parisienne- y española -El Noticiero Universal, La Vanguardia Española, Los Sitios-. El interés de Dalí por este mundo no disminuyó con el paso de los años: en 1971, para la conmemoración del 50 aniversario de la revista Vogue en Francia -que él tituló Vogué-, creó un número especial dedicado, como el propio artista precisa, a glorificar el culto a su personalidad y la de Gala. Sus últimas colaboraciones en la prensa se publicaron en los periódicos El País y ABC, en el año 1985.
El artista y su obra fueron el centro y el tema de las portadas de las revistas más conocidas. Una de sus obras, el ya icónico óleo Cristo de san Juan de la Cruz, se fue la pintura reproducida con mayor frecuencia. En cuanto al propio artista, podemos comprobar cómo Dalí jugó con su imagen, una imagen omnipresente y construida que, iniciada con la fotografía de Man Ray -portada de Time en el año 1936-, no dejaba de estar presente. Algunas de estas portadas, expuestas de forma permanente en su casa de Portlligat, Cadaqués, en una sala-vestidor en que los armarios están forrados de imágenes de Salvador Dalí, se han convertido en obras de arte por sí mismas.
Con la voluntad de reflejar esta intensa y vehemente intervención de Dalí en la prensa escrita, la exposición sigue la estructura de las revistas, empezando por las portadas para seguir con los artículos interiores y los anuncios y terminar con el diseño total.
Gracias:
elcultural.es
http://www.elcultural.es/noticias/ARTE/283/Salvador_Dali_estrella_de_las_revistas
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