Video estrella en subasta
(Foto: Archivo)
APARECEN NUEVAS IMÁGENES DE LA MÍTICA ACTRIZ
Un vídeo inédito de Marilyn, estrella de una subasta en EEUU
En el Hollywood de los mitos, pocos hay como Marilyn Monroe. Y el tremendo imán que ejerce a la belleza rubia de trágico final ha vuelto a demostrarse este fin de semana en Las Vegas.
Ayer salían a subasta en el hotel y casino Planet Hollywood de la ciudad del pecado 400 objetos y recuerdos que confirman el tirón de las celebridades, desde míticas como Monroe, Marlon Brando o Elvis Presley hasta algo más kitsch como Pamela Anderson. Pero, de esos cuatro centenares de lotes, uno generaba el máximo interés: un vídeo hasta ahora inédito de 47 minutos realizado por un amateur en el rodaje de Vidas rebeldes donde la estrella aparece sencilla, cándida, más Norma Jean que Marilyn.
Darren Julien, presidente de la casa de subastas que organizaba la venta (que se podía seguir por internet y en la que también era posible participar a través de la red), compró el vídeo a la familia de un actor que tenía un pequeño papel en una película cuyas bambalinas son, en sí mismas, un mito.
Arthur Miller, entonces marido de Monroe, escribió el guión, que dirigió John Huston y se estrenó en 1961. El proyecto llegó a ser paralizado por el director para que Marilyn se sometiera a un tratamiento de desintoxicación. El coprotagonista era Clark Gable, que tuvo un ataque cardíaco cuatro días después de acabar el rodaje y murió a los 11 días. La deprimida divorciada que se enamora de un cowboy fue también el último personaje que interpretó Marilyn. Y el rodaje fue retratado por Magnum. Entre los fotógrafos estaba Inge Morath, que un año después se convertiría en esposa de Miller.
LO INCLASIFICABLE
Además del vídeo salían a la venta otros objetos como un traje que Elvis lució en la película Viva Las Vegas, un guión original de El padrino firmado por Brando y una claqueta usada en la película, el sombrero con el que se veía a Yul Brynner en Los siete magníficos o la auténtica bola de discoteca bajo la que se movía John Travolta en fiebre de sábado noche.Se vendía también un coche de Anderson. Parte de los beneficios de esa venta se iban a destinar a PETA, el grupo de defensa de los animales de los que es portavoz la actriz, que acudió en persona a la subasta para promover su causa benéfica.Una ciudad tan indefinible como Las Vegas parece también el escenario perfecto para una subasta con algunas pinceladas inclasificables. En esa categoría la guinda, probablemente, se la lleve un trozo del pastel de la boda, en 1981, de Carlos de Inglaterra y Lady Di. Ella dio un trozo de la tarta empaquetado a los que habían sido sus alumnos. Y alguno, con visión de futuro, lo guardó.
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