martes, 14 de septiembre de 2010

LA CAMA DE PANDORA

'El verano de Pandora, de la A a la Z' (IV)



ORGÍA: “Festín en que se come y bebe inmoderadamente y se cometen otros excesos. Satisfacción viciosa de apetitos o pasiones desenfrenadas”. Me encanta la segunda acepción, porque creo que tiene cuatro palabras de las que más me gustan del lenguaje en castellano: satisfacción-viciosa-apetitos-pasiones-desenfrenadas. Pero en una orgía, como tal, no he participado nunca. Maldita sea la hora... De este verano no pasa.

ORTO: “Vulgarmente, el trasero humano”. Así es como llaman los argentinos al culo y... bueno, aunque sea sin h, cuando te dicen "prestame tu orto, linda", más que suplicarte que te dejes dar por culo, parece que te estén pidiendo permiso para cogerte unos tomates.

PAREJAS: “Conjunto de dos personas, animales o cosas que tienen entre sí alguna correlación o semejanza, y especialmente el formado por hombre y mujer”. Mmm... Está claro que esta definición hace mucho que está superada. De chico-chica, chico-chico o chica-chica, hay parejas que sobreviven a las vacaciones menos que el moreno del verano. De hecho, en septiembre es el mes en el que más demandas de divorcio se presentan. Es curioso, pero a mí me pasa al contrario, el verano para mí es como la primavera para los animalillos, es cuando más parejas encuentro (claro, que son parejas de corto alcance). Buena suerte a los de largo.

PARKING: “Lugar destinado para aparcar un vehículo”, y para darse un apretón de amor sin respirar, con las puertas del coche cerrado y las ventanillas también, porque dos plazas más allá hay otro coche con otra pareja. Los parkings en verano están abarrotados, sobre todo los estratégicos. Una noche, el pasado verano, quedé con un amigo que me había prometido llevarme a echar un polvo en un lugar que no olvidaría, así es que yo me preparé a conciencia y fui a recogerle en coche con un vestido vaporoso y las braguitas un poco bajadas. Mientras seguía sus indicaciones para llegar al lugar, él me rozó la pierna, notó las bragas y se excitó tanto que ninguno de los dos pudimos esperar para llegar al maldito aparcamiento y lo hicimos como locos en un descampado. No fue un gran emplazamiento, es cierto, pero pudimos abrir puertas y ventanas y eso fue mejor que unas buenas vistas.

PEZONES: “Parte central, eréctil y más prominente de los pechos o tetas, por donde los hijos chupan la leche”, y por los novios te chupan la vida. Unos pezones bien estimulados pueden conseguir que algunas mujeres se corran. No es mi caso. Ya he contado alguna vez, que, al tener los pechos medianos (una 85 no diría yo que es insignificante), mis pezones no son tan sensibles como los de damas mejor dotadas en su delantera, de esas que tienen pezones como galletas María o como el timbre de un castillo.

QUIOSCO: “Construcción pequeña que se instala en la calle u otro lugar público para vender en ella periódicos, flores, etc” y pipas, chicles... y en verano deberían vender ahí los condones, porque no entiendo por qué paseas un preservativo por medio país durante meses sin darle uso y, justo cuando llega el día definitivo en que vas a usarlo, ahí, en el paseo marítimo, resulta que has cambiado de bolso y no lo llevas encima, la farmacia de guardia más cercana está en el pueblo de al lado y hay controles de alcoholemia en todas las salidas de la localidad. Joder, ¿por qué no venden condones en los quioscos de verano?

REGLA: “Menstruación de la mujer” (10ª acepción). Guau! hasta la décima acepción no aparece la definición en la que todos pensamos cuando una mujer pronuncia "regla". Me pregunto si la presencia de mujeres en la Academia no va a hacer ganar algunas posiciones a nuestra tortura más conocida. Aunque es verdad que estamos más guapas que nunca cuando tenemos la regla (por lo menos yo ligo como una loca, deben de ser las feromonas...), no hay nada que nos fastidie más unas vacaciones que tenerla presente. Alguna vez me la he saltado por el procedimiento de empezar otra caja de anticonceptivos sin dejar una semana de descanso, pero no se puede abusar. Tendremos que vivir con ella, qué remedio. Un consejo: no os olvidéis de que lleváis el tampax puesto cuando os dé un calentón. Ya me ha pasado y la aventura puede acabar sin orgasmo y en urgencias.

RISA: “Movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría”. A mí la risa me da cuando me corro. ¿Qué le vamos a hacer? Hay mujeres que chillan como si las estuvieran matando, pero a mí me da por reírme. Tengo unos orgasmos muy graciosos. Hasta que se acostumbraron, a mis parejas eso les mosqueaba un poco. Yo lo entiendo: tener debajo o encima de ti a una mujer que, cuando tú lo estás dando todo, se empieza a partir de risa... no debe de ser fácil mantener la concentración. Lo siento chicos, pero, si os sirve de consuelo, además de darme placer me alargáis la vida. Dicen que reírse es buenísimo.

ROCE: “Trato o comunicación frecuente con algunas personas”. ¿Sabéis lo que dicen de que el roce hace el cariño? Pues eso. ¡A rozarse!

SANGRÍA: “Bebida refrescante que se compone de agua y vino con azúcar y limón u otros aditamentos”. Veneno que corre por mis venas desde la hora del aperitivo hasta mucho después de que llegue la hora teórica de irme a dormir. En nombre del tinto de verano he cometido los mayores excesos entre mis muchas locuras de estas fechas.

STILETTOS: “Zapatos de tacón de aguja”. Mis favoritos en toda época, incluso en verano.  Aunque la canícula es perfecta para las cuñas de esparto, desde que Letizia Ortiz se ha subido a esos zancos las demás mortales no podemos consentirnos la debilidad de ser menos que la Princesa. Lo malo es cuando te metes con ellos por la noche en un chiringuito de playa, con arena hasta encima de la barra, pero queda super cool cuando te los quitas y los llevas en la mano. Y a los chicos les encantan... (Por cierto, hombres: pero no os dejéis engañar por el porno: no encontraréis a ninguna mujer a la que le guste irse a la cama con ellos puestos).

SURFISTA: “Persona que practica el surf”. Junto con los socorristas, los mejores candidatos a ligues y afrodisíacos de verano. Quizá el surfista tenga incluso una duración un poco más corta, en cuanto cambia el aire suelen emigrar siguiendo los vientos fuerza 7. Sé de lo que hablo, un verano mantenía yo un cómodo idilio con uno de esta tribu en el pueblo en el que mi familia veranea desde siempre, cuando el viento dejó de soplar. El pobre empezó a subirse por las paredes, le cambió el humor y se pasaba las horas sentado en la playa llamando al servicio nacional de meteorología. Un día no vino a nuestra cita y me quedé esperándole. Le llamé pero a los 15 toques me di cuenta de que fuera de cobertura no estaba, pero a saber… Dos días después me llamó desde Santander. ¡El tipo se había cruzado el país en busca de olas! Hacedme caso: no os encariñéis con él.

Gracias:
Luci Gutiérrez
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/lacamadepandora/2010/08/26/el-verano-de-pandora-de-la-a-a-la-z-iv.html
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