LA CAMA DE PANDORA
'El verano de Pandora de la A a la Z' (II)
DEPILAR: “Arrancar el pelo o vello para dejar libre de él la piel que cubre”. Extrañada estoy que, como segunda acepción no ponga “sinónimo de tortura”. Y es que, es llegar el verano y empezar los sudores de muchas de nosotras de sólo pensar que nos tenemos que someter a una estricta y ritual depilación de ingles. Da igual que sea con cera, que con láser, con crema o con cuchilla (que haberlas haylas que se depilan las ingles con la Gillette de tres bandas, tendrán valor…), para pasar la inspección hay que sufrir y ser minuciosa. Que luego te pasa que, cuando estás sentada a lo indio echando una partida de cartas con unos guapos mozos en la playa, te das cuenta de que se te han escapado de la siega tres pelos traidores y pareces Filemón vuelto del revés.
DESEO: “Sentir apetencia sexual hacia alguien”. Ahora que el mundial de fútbol ha terminado, el deseo es el deporte internacional durante las vacaciones, sobre todo si estás sin pareja. Normalmente, cuando estás emparejado suele suceder al revés; la perspectiva de pasar un mes entero, con sus noches, pegado a tu legítim@ suele asfixiar al deseo, y eso es fatal. El deseo es uno de los aditivos fundamentales que componen el combustible de las relaciones. Cuando faltan el deseo y la atracción, entran en juego la costumbre y la resignación, mientras que el deseo se enfoca en otra cosa (¿otras piernas?). Por eso muchos matrimonios se separan a la vuelta de sus vacaciones.
DESPELOTARSE: “Alborotarse, disparatar, perder el tino o la formalidad”. Lo que en mi pueblo de dice “meter el carro por las piedras”. Despelotarse física y psicológicamente solo lo puede hacer una en verano, donde nadie te conoce y no está pensando que las tetas que bronceas con cuidado y protección 40 son las mismas que le piden que te cambie la maqueta o que le ponga tóner a la impresora.
ENCOGER: “Disminuir de tamaño al secarse”… O al mojarse, como el pene de los hombres, pobrecitos, que cuando se remojan en las aguas gélidas del mes de agosto (porque el mar en agosto está siempre más frío que en julio, no sé por qué), están que no se la encuentran.
ESTRELLAS (LLUVIA DE): “Aparición de muchas estrellas fugaces en determinada región del cielo”, en todo el hemisferio norte, cada mes de agosto disfrutamos de las Perseidas, o lágrimas de San Lorenzo. Teóricamente caen de madrugada, pero son más difíciles de ver que el Yeti. Recomiendo para entretener la espera aguardarlas sentados cómodamente en sillas de jardín, con una toalla por encima tapando los brazos, lo que permite maniobrar con toda tranquilidad y discreción con la herramienta de tu ligue de verano, permitiéndole a él, a su vez, navegar por tu vulva. Con un poco de suerte, cuando os estéis corriendo veréis (literalmente) las estrellas. Os lo aconsejo, es una flipada. Y, si no sois tan afortunados de vislumbrar algún astro, ¡al menos os lleváis un orgasmo de compensación!
FELACIÓN: “Estimulación bucal del pene”. Como el cunnilingus, pero con ganas y buenas tragaderas, que lo de ellos no vale con “aplicar la boca”, precisa de una coordinación, un ejercicio y un control del tiempo (eyaculatorio) algo fuera de lo normal. Las felaciones en verano son iguales que en invierno, sólo que en verano no se te queda el culo frío mientras estás ahí, a cuatro patas (o de rodillas), dándole a la manivela como una campeona.
FOLLAR: ¿“Soplar con el fuelle”? ¿“Soltar una ventosidad sin ruido”? ¡Noooooo! “Practicar el coito”, naturalmente. En vacaciones hay que follar, señores. Porque se acabaron las excusas: que si mañana tengo que madrugar, que si estoy muy cansad@, que si los niños nos van a oír, que si no me quito de la cabeza la reunión de esta mañana, que si el perro nos está mirando… Los niños que se vayan a un campamento y el perro que mire la tele. Hombre, por Dios, que estamos de veraneo y si ahora no le damos ahora un gusto al cuerpo no se lo vamos a dar cuando volvamos en septiembre con la depresión postvacacional. Que, no nos engañemos, nos entra precisamente porque nos acordamos de todas esas cosas que teníamos que haber hecho cuando teníamos tiempo. Como follar, claro.
FRUTA: “Fruto comestible de ciertas plantas cultivadas; p. ej., la pera, la guinda, la fresa, etc”. Lo interesante de la fruta, realmente, es cómo te la comes. Como sugerencia de presentación, propongo que nos utilicemos como mesa y nos comamos la sandía o los trozos del melocotón colocados estratégicamente en determinados lugares del cuerpo. Lamer el jugo que suelta la fruta es fundamental y no será considerado de mala educación. (Nota: en casos extremos como alergias alimentarias o frutofobia, se recomienda sustituir las frutas por trozos de chocolate o por patatas fritas. Ahora, el aceite no se limpia bien con la lengua, aviso).
GOZAR: “Conocer carnalmente a una mujer”. Está claro que, para los señores de la Real Academia, gozan únicamente los hombres. ¿A los hombres no se les conoce carnalmente? ¿Lleva otro nombre eso? Como les pille Bibiana Aído van a gozarla poco, pero a sufrirla mucho.
GUIRI: “Turista extranjero” al que, si está bueno y se deja, hay que gozar aunque sea un hombre. El idioma no es problema, mirad si no a José Luis López Vázquez. El lenguaje de signos es internacional, pero si sois de los que os gusta expresaros y que os entiendan, “me corro” se dice “I come” en inglés.
GEMIDOS: “Expresar naturalmente, con sonido y voz lastimera, la pena y el dolor”. ¡Coño! ¿Y si no te duele? ¿Si lo que haces es gemir de placer porque lo tuyo es un goce de locos con un/a guiri que no habla inglés y aunque le grites “I come, I come” no se va a enterar ni del nodo? Pues gime a placer, que no creo que se pare a pasarte unos kleenex o a preguntarte si te duele algo.
HELADO: “Refresco o sorbete de zumo de fruta, huevo, etc., en cierto grado de congelación”. Con los helados pasa como con las frutas, que los puedes utilizar para aliñar todo cuerpo que te quieras comer. Pero por Dios, ¡no se mete el helado en la vagina y no se aplica directamente en el pene, que quema! Un consejo: chupad el polo o el helado y, con la lengua bien fría, recorred los puntos sensibles de vuestra pareja (a tener en cuenta los pulsos: muñecas, cara interna del codo y la rodilla, cuello, ingles…).
HUMOR: “Buena disposición para hacer algo”. Y es que debería ser verano todo el año, porque la buena disposición de tod@s para pasar de la tumbona a la cama, para hacer en la cama algo más que dormir y para convertir el chapuzón en el mar en nuestro particular baño de pasión (no os dejéis engañar por el cine: el agua salada es un pésimo lubricante) es signo de un envidiable (y espero que contagioso) buen humor.
La próxima semana, de IMAGINACIÓN a ÑACA ÑACA
Gracias:
Luci Gutiérrez
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/lacamadepandora/2010/08/12/el-verano-de-pandora-de-la-a-a-la-z-ii.html
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