Nuestro fósil en la montaña
(Fotos: Juan José)
Durante los años 80`s, en las caminatas por la montaña Flanklin y al final de un cañón, mi familia y yo encontramos un caracol petrificado incrustado en una piedra grande enterrada sobre el arroyo.
No estaba difícil de ver pero unas ramas espinosas tapaban la piedra grande y ocultaban el caracol de la vista, si es que alguien pasaba por ahí.
Por muchos años. Más de veinte, mi familia y yo, una vez al año, visitábamos este caracol y nos tomábamos fotos con él. Atribuíamos que Dios nos lo había dado y tratábamos el lugar con mucho respeto.
En abril de año 2007, Elva y yo decidimos caminar por la montaña y fuimos a visitar el caracol, pero para sorpresa nuestra, el caracol no estaba en el lugar acostumbrado. Nos dimos cuenta que las tormentas del 2006, cambiaron el panorama y el agua erosionó el lugar.
Bajamos de la montaña tristes pues nos dimos cuenta que lo habíamos perdido. Nos queda el recuerdo y las fotografías que ahora tienen más valor sentimental.
(Foto: Esmeralda)
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